Las “Esposalles”, en castellano “Esponsales” son, de hecho, la promesa de matrimonio mutuamente aceptada; quienes contraen esponsales son esposos. Jurídicamente, las esposalles son un contrato, de naturaleza preparatoria, ya que conducen al contrato definitivo que es el matrimonio. El incumplimiento de las esposalles lleva consigo ciertos perjuicios patrimoniales, entre los cuales encontramos el hecho de tener que devolver todo lo recibido y en algunos casos hasta cuatro veces más.
En el siglo XXI las esposalles no tienen una gran relevancia jurídica, aunque a nivel social perviven bajo la forma de noviazgo. Sin embargo en otras épocas, mucho más ritualizadas y elaboradas, del compromiso de contraer matrimonio en fecha próxima podían extraerse consecuencias bastante serias. Por ejemplo, durante la Edad Media, si tenían lugar relaciones sexuales entre esposos no casados, se entendía consumado de inmediato el matrimonio, siendo este válido para todos los efectos.
Las esposalles dejaban de tener vigencia, por su cumplimiento, por la muerte de una de las partes, por mutuo acuerdo, por decisión de una de las partes o por sobrevenir un impedimento para el matrimonio. Por ejemplo, que una de las partes perdiese el ius connubium, que era la aptitud civil para contraer matrimonio (iustae nuptiae) y para permanecer en matrimonio.
Este tipo de contrato (o pre-contrato) era muy importante en los casos en que los futuros cónyuges tenían una gran diferencia de edad pero era necesario atar cabos porqué los clanes familiares entraban en una alianza especialmente importante, o se otorgaba algún tipo de poder y soberanía a uno de los contrayentes, como fue el caso en 1134 del Conde de Barcelona, Ramon Berenguer IV (de hecho soberano de toda la Catalunya de la época, al ser Conde de prácticamente todos los Condados Catalanes y a la par señor feudal del resto de Condes “semiindependientes”) que fue comprometido con la Princesa de Aragón, Na Peyronela (en cat. Peronella) y adquirió el título de “Príncipe de los Aragoneses” (en Catalunya ya se le otorgaba también tal título) o “Dominador del Reyno de los Aragoneses”, por todo el tiempo de su gobierno efectivo: de las Esposalles en 1137 hasta su fallecimiento en 1162.
No existe una fórmula universal de Esposalles, ya que es –esencialmente- un pacto entre los contrayentes, con lo cual puede ser un ritual civil o eclesiástico según la inclinación de las familias y el compromiso y publicidad que se quiera dar a esta peculiar forma de contrato (o pre-contrato).
