Ramon Folc nació en noviembre de 1176 del año de Nuestro Señor.
Padre del actual señor de MontPalau, Pere Ramon y de la joven Estel de MontPalau y exmarido de Elvira de Pontos.

Mientras él fue el señor de sus tierras y vasallo de Sales, Ramon Folc tuvo que enfrentarse a distintos problemas.
Los problemas religiosos con los cátaros. Estos llegaron con fuerza en sus dominios y la iglesia tuvo distintos altercados con ellos. Participó con destacables logros en las batallas que se produjeron en Occitania, en ayuda de los aliados occitanos del buen rey Pere el Catolico que estaban siendo atacados por los franceses.
Otro de los problemas que tuvo que lidiar fue con sus vecinos, los Montagut. El territorio de MontPalau antaño perteneció a Montagut y cuando MontPalau dejó Montagut para hincar la rodilla con Sales este acto no fue del agrado de los señores de Montagut. De allí cuando el infame Baldiri Fontpobra indicó una vulnerabilidad del Castillo de MontPalau que provocó una auténtica carnicería donde murieron más de cien personas entre soldados de Montagut, soldados de MontPalau y campesinos y aloers que se habían refugiado en el Castillo. Ese acto atroz enloqueció a Ramon Folc y juró venganza contra el traidor FontPobra.
Sus dos últimos años como señor fueron los más intensos. La muerte del barón de Sales con sus herederos provocó un seísmo de poder en la baronía, que Ademar de Fenollet quiso aprovechar con la ayuda de su suegro, el barón de Montagut. Ramon Folc también tuvo que lidiar entre Guillem Arnau de Bellpuig y Arquimbau de Palera. Mítica fue su reunión bajo el gran árbol de Palau Gircós donde se decidió parte del futuro de Sales entre los tres. De esa reunion salió que Arquimbau de Palera fuera proclamado barón. Pero, con la locura de Arquimbau y su desaparición, Ramon Folc dio todo su apoyo al hijo mayor de Guillem Arnau de Belluig, Hug de Bellpuig.
Fue entonces que empezó la guerra con Ademar de Fenollet y Girard de Montagut, unos largos meses donde toda la baronía de Sales sufrió los estragos de la guerra. Finalmente, la guerra acabó con la rendición de Sales cuando Ademar de Fenollet consiguió raptar a la recién nacida Estel de MontPalau de los mismísimos brazos de su madre, Elvira de Pontos.
Lo que pasó después son parte de las historias y rumores del folclore de Sales. Durante la fiesta de las Dos Ermitas del 1214. Ramon Folc pudo rescatar a su hija Estel y devolverla a su madre y luego ayudó a Guillem Arnau de Bellpuig a liderar la revuelta contra Ademar de Fenollet.
Una vez rescatada, Ramon Folc pudo casar a su hijo Pere Ramon con Ermengarda de Juvinyà y puso las primeras piedras para la boda entre Bernadi (el bastardo del antiguo barón de Sales) y Maria Cinta de Aguilar su protegida durante el último año. También dio todo su apoyo a Hug de Bellpuig para que fuera el nuevo barón.

Pero, para sorpresa de todos y después de una serie de acontecimientos extraños que acontecieron en Palau Gircos, Ramon Folc abdicó su señorío en favor de su hijo Pere Ramon y se presentó como iniciado del Orden del Temple, abandonando así su nombre, posesiones y su familia para dedicarse a servir a nuestro señor hasta al día de su muerte.
Fue así, como Pere Ramon de MontPalau fue proclamado señor de sus tierras, junto a su recién esposa Ermengarda de Juvinyà. Estos retiraron apoyo de Montpalau a Hug de Bellpuig y se lo dieron a Bernadi, ahora llamado Bernat III de Sales.
Tal fue el enojo de Guillem Arnau de BellPuig que amenazó con retirarse de la próxima y definitiva batalla contra el infame Ademar, pero, se cuenta, se dice, se comenta que esa misma tarde, antes de la batalla de la noche, se vio en la taberna de Palau Gircos al mismísimo Guillem Arnau de Bellpuig y a Ramon Folc bebiendo y hablando acaloradamente, nadie estuvo lo bastante cerca para escuchar, pero el caso es que Bellpuig se quedó a defender a Sales esa misma noche donde Ademar fue finalmente derrotado y muerto, poniendo fin a dos años largos de conflictos.
A la mañana siguiente de la batalla, Ramon Folc se despidió de su familia y conocidos y se fue con los dos templarios supervivientes, Fra. Reynald d’Orleans y Fra. Steven de Norfolk.
Y no se ha vuelto a saber nada más de él.

de Montpalau